El Ministerio de Comercio de China ha justificado este incremento como una reacción a las políticas “injustas” de Washington, que incluyen un arancel adicional del 50% sobre las importaciones chinas.
Esta amenaza surge en un contexto de creciente tensión comercial, donde el mandatario exige que China retire sus gravámenes de represalia del 34% antes de un plazo inminente, generando temores de una guerra comercial prolongada.