El huracán Helene ha dejado una huella de devastación en Florida, convirtiéndose en el evento meteorológico más catastrófico en la región desde 1848. Tocando tierra el 26 de septiembre de 2024, este ciclón de categoría 4 desató vientos de hasta 225 km/h y provocó marejadas ciclónicas que inundaron la costa de Tampa, causando daños sin precedentes. Hasta el momento, se ha confirmado la muerte de al menos cuatro personas, mientras más de dos millones de hogares se encuentran sin electricidad.