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La cárcel municipal de Cancún fue escenario de una inusual movilización de fuerzas de seguridad de los tres niveles de gobierno, que causó alarma y confusión entre los medios de comunicación y los familiares de los reos. El motivo de la presencia de elementos de la Guardia Nacional, la Policía Estatal Preventiva y la Marina fue un supuesto conato de motín dentro del Centro de Rehabilitación Social (Cereso) de Cancún, ubicado en la región 99.

Nuestros reporteros de la fuente policiaca acudieron al lugar a toda prisa, esperando cubrir una nota de alto impacto. Sin embargo, al llegar al exterior del centro penitenciario, se encontraron con que los agentes de seguridad no realizaban ninguna acción que indicara que se iba a efectuar algún operativo. Los vehículos policiales sólo permanecieron estacionados, sin intervenir en el interior del penal.

Mientras tanto, los visitantes de los reos salían de las instalaciones, sorprendidos por el despliegue de unidades. Al ser entrevistados por los periodistas, afirmaron que dentro del penal todo transcurrió con normalidad y tranquilidad, sin ningún signo de disturbio o violencia.

Más tarde se reveló que todo se trató de un simulacro, que formaba parte de las medidas de prevención y seguridad que se implementan en el Cereso de Cancún. El ejercicio no tuvo ninguna incidencia en el funcionamiento del penal, ni afectó los derechos de los internos.