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En un incidente que ha provocado indignación y llamados a la acción, diez campesinos colombianos fueron retenidos el 1 de diciembre de 2024 en el Aeropuerto Internacional de Cancún, mientras se dirigían a un programa de intercambio sobre agroecología en la Península de Yucatán. A pesar de contar con todos los requisitos necesarios para ingresar al país, incluyendo reservaciones de hotel, itinerarios completos y cartas de invitación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estos ciudadanos fueron informados, tras horas de espera, que no se les permitiría la entrada.
El Centro Agroecológico y de Conservación “Náaybi Lu’um”, junto con diversas asociaciones de Yucatán, denunciaron que la retención fue no solo injustificada, sino también caracterizada por un trato “inhumano y discriminatorio”. Los denunciantes afirmaron que los campesinos fueron despojados de sus celulares y mantenidos en condiciones similares a celdas, rodeados de otras personas que habían estado detenidas durante días sin explicación alguna sobre su situación migratoria. La falta de comunicación con la cancillería colombiana y la ausencia de razones claras para su deportación aumentaron la gravedad del caso.
Los campesinos, que representaban a diversas comunidades agrícolas, buscaban compartir y aprender sobre prácticas sustentables en un evento que podría haber beneficiado a su desarrollo local. Sin embargo, su experiencia en Cancún se transformó en una serie de violaciones a los derechos humanos, según lo expresado por diversos colectivos que apoyan la agroecología en la región. La indignación ha llevado a estos grupos a exigir una investigación exhaustiva del suceso y la garantía de que tales incidentes no se repitan.
La situación resalta un problema más amplio de discriminación y falta de respeto a los derechos humanos en el proceso migratorio en México. Activistas y defensores de derechos humanos han manifestado su preocupación por el trato que reciben los migrantes en los aeropuertos y otros puntos de entrada al país. La retención de los campesinos colombianos es un recordatorio de que el contexto migratorio sigue siendo un tema polémico y sensible en la agenda política de México.
A medida que este caso avanza, la comunidad internacional y los organismos de derechos humanos están atentos a las acciones que se tomen. La expectativa es que se lleve a cabo una revisión de los procedimientos migratorios que permitan evitar abusos en el futuro y que se garantice el respeto a la dignidad de todas las personas que buscan ingresar al país con fines legítimos.
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