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MÉXICO, 25 de julio de 2024 – Más de 300 personas de las comunidades de Chiapas, entre ellas 62 mujeres, 55 hombres, 54 niños y 36 niñas, han buscado refugio en el municipio de Cuilco, Huehuetenango, Guatemala, huyendo de la grave inseguridad y violencia causada por grupos del narcotráfico en sus localidades.
Según un comunicado de la gobernación departamental de Huehuetenango, esta oleada de refugiados llegó a la zona fronteriza conocida como La Perla Escondida, y una comisión interinstitucional viajará para brindarles apoyo y atención.
La violencia en Chiapas se ha intensificado en las últimas semanas, con reportes de bloqueos carreteros y enfrentamientos armados. Ante esta situación, los residentes de las comunidades afectadas se vieron obligados a abandonar sus hogares y cruzar la frontera en busca de seguridad.
Autoridades mexicanas ofrecieron transporte a los migrantes, pero este fue rechazado, ya que sólo se extendía a los de nacionalidad venezolana. En su lugar, los refugiados chiapanecos continúan avanzando por su cuenta, expuestos a los peligros del clima y el camino.
El flujo de desplazados internos en Chiapas es sólo uno de los múltiples retos de seguridad que enfrenta México en la actualidad. Expertos señalan que se requieren soluciones integrales para abordar las raíces de la violencia y brindar protección a las comunidades vulnerables.
