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Ciudad de México, 18 de octubre de 2024 – El movimiento de los hijos del infame narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán ha generado una ola de especulaciones sobre posibles negociaciones con las autoridades estadounidenses. Mientras Joaquín Guzmán López es aparentemente excarcelado, su hermano Ovidio “El Ratón” Guzmán ha sido reingresado al sistema penitenciario en Chicago, levantando serias preguntas sobre la transparencia y eficacia de la justicia.
Según informes, Joaquín Guzmán López fue arrestado el 25 de julio tras entregar a Ismael “El Mayo” Zambada a las autoridades en Texas. Por su parte, Ovidio Guzmán, conocido como “El Ratón”, fue liberado el 23 de julio, solo para ser reingresado al Centro Correccional de Chicago posteriormente, sin que se conozca la fecha exacta de su traslado.
Analistas como el exagente de la DEA Mike Vigil creen que la liberación de Joaquín podría ser parte de un acuerdo de culpabilidad que implicaría la colaboración de “El Chapo” con la fiscalía estadounidense. Esto sugiere que los movimientos de los hermanos Guzmán podrían estar orquestados en un juego de pesos y contrapesos, donde la impunidad prima sobre la justicia.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha exigido transparencia sobre los arrestos de los líderes del Cártel de Sinaloa, argumentando que sus detenciones han desatado una ola de violencia en el noroeste del país. El expresidente Andrés Manuel López Obrador también ha criticado a Estados Unidos por su supuesta corresponsabilidad en la situación violenta.
Este escenario pone de manifiesto la complejidad y los desafíos que enfrentan las autoridades en la lucha contra el narcotráfico. La aparente liberación de Joaquín Guzmán y el traslado de Ovidio “El Ratón” Guzmán levantan serias dudas sobre la igualdad ante la ley y la verdadera voluntad política para erradicar la impunidad.
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