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En una entrevista exclusiva para Agenda QR con el periodista Miguel Aquino, el Ing. Francisco Bautista, especialista y consultor de la industria automotriz, analizó las implicaciones de los aranceles propuestos por la administración de Donald Trump. Con datos contundentes, Bautista destacó cómo estas medidas podrían afectar no solo a México, sino también a la economía estadounidense, donde las exportaciones automotrices mexicanas representan un porcentaje significativo del mercado.

Bautista subrayó que en 2024, México exportó 3 millones de automóviles a Estados Unidos, que representa aproximadamente el 67% de su PIB, en comparación con el 27% de EE. UU. En términos de negocio, el impacto de un arancel del 25% sobre los vehículos podría traducirse en una pérdida de 50,000 millones de dólares, lo que, aunque significativo, representa menos del 0.2% del PIB estadounidense. “Un golpe fuerte, pero no letal”, comentó Bautista, enfatizando que las automotrices podrían reconfigurar sus cadenas de suministro para mitigar el daño.

El ingeniero también se refirió a la idea de regresar la producción automotriz a Estados Unidos, una propuesta que considera poco viable. “La evolución de la industria en los últimos 30 años ha sido hacia la integración global. Regresar toda la manufactura a EE. UU. no es una opción competitiva en el corto plazo”, afirmó. Además, señaló que el valor de los vehículos exportados ha aumentado significativamente, lo que muestra que México está ensamblando modelos de mayor valor agregado.

La dependencia de EE. UU. no es la única preocupación. Bautista mencionó que las automotrices mexicanas también deben mirar hacia mercados alternativos, como Europa y Asia. “Si las exportaciones a EE. UU. disminuyen, tendríamos que duplicar nuestras exportaciones a Europa para compensar”, explicó. Sin embargo, el acceso a mercados como el chino se vuelve cada vez más relevante, dado que China es ahora el mayor productor de vehículos del mundo, lo que brinda oportunidades de colaboración y acceso a tecnología avanzada.

Finalmente, el ingeniero Bautista hizo un llamado a los empresarios para que se preparen ante este panorama incierto. “La clave está en la adaptación. Las empresas deben replantear sus cadenas de valor y distribución para salir adelante en este nuevo escenario”, concluyó. A medida que la tensión comercial entre México y EE. UU. continúa, la industria automotriz se encuentra en una encrucijada que podría definir su futuro en los próximos años.

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