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Guerrero vivió una de las noches más difíciles de su historia al recibir el embate del huracán Otis, que llegó a alcanzar la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson y causó severos daños en la infraestructura eléctrica, afectando a más de medio millón de usuarios.
El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que, pese a la magnitud del fenómeno, no se tienen reportes de víctimas mortales, pero sí de una pérdida total de las comunicaciones en el estado. Por ello, anunció el envío de un gabinete de emergencia encabezado por los secretarios de Defensa, Marina, Seguridad y Comunicaciones, así como la directora de Protección Civil.
López Obrador dijo que existe la posibilidad de que él mismo visite Guerrero, pero que dependerá de las condiciones climáticas y de la información que se vaya generando. Reconoció que Otis es “un huracán muy fuerte, mucho muy fuerte, de mucha intensidad” y que tuvo un comportamiento atípico que no se había visto en décadas.
Otis se degradó esta mañana a categoría 2 al avanzar sobre el sur de México, donde tocó tierra cerca de Acapulco. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Otis se ubicó a 50 kilómetros al sur-sureste de San Miguel Totolapan y a 100 kilómetros al nor-noroeste de Acapulco, con vientos máximos sostenidos de 175 kilómetros por hora y rachas de 195 kilómetros por hora.
El SMN alertó de lluvias extraordinarias en Guerrero, intensas en Michoacán y el suroeste del Estado de México, muy fuertes en Chiapas, Morelos y Oaxaca, así como rachas de viento de 120 a 150 kilómetros por hora, oleaje de 5 a 7 metros de altura y condiciones para la formación de trombas en las costas de Guerrero durante la mañana.
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