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La nueva Mexicana de Aviación, la aerolínea del Estado administrada por el Ejército Mexicano, tuvo un vuelo inaugural con varios contratiempos, entre ellos, un derrame de combustible que causó polémica en las redes sociales.
El martes 26 de diciembre, el Boeing 737-800 que despegó del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles rumbo a Tulum tuvo que abortar el aterrizaje debido a un banco de niebla que afectó gran parte de Quintana Roo.
El avión se desvió al aeropuerto de Mérida, donde los pasajeros permanecieron más de una hora y media a la espera de que mejoraran las condiciones climáticas.
Finalmente, el avión llegó a Tulum, pero con un retraso de cinco horas respecto al horario previsto.
Pero eso no fue todo. Al llegar al aeropuerto de Tulum, el avión –que era operado por la Fuerza Aérea Mexicana- sufrió un derrame de combustible del ala derecha, que quedó evidenciado por una mancha de líquido en el piso.
Un equipo de bomberos y personal de tierra del aeropuerto se encargó de atender la situación, mientras que la vocera de Mexicana de Aviación, Amanda Selene Escamilla Alarcón, confirmó el incidente y aseguró que se trató de algo común en la aviación.
“Fue un poco de combustible que se derramó; sin embargo, se trabajó y se inspeccionó toda la aeronave hasta que tuvimos la seguridad para poder retomar el vuelo nuevamente”, declaró la vocera.
Asimismo, reiteró el compromiso de la nueva Mexicana de Aviación de velar por la seguridad de los pasajeros y brindar altos estándares de seguridad y confianza.
No hay registros recientes de un caso similar.
En 2017, una pipa de Aeropuertos y Servicios Auxiliares provocó un derrame de miles de litros de combustible en una plataforma del aeropuerto de Oaxaca, al suministrar a un avión de Interjet.
Las autoridades aeroportuarias explicaron que la turbosina se derramó cuando el tanque de la aeronave se llenó y la válvula de la pipa no fue cerrada a tiempo.
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