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La noche del lunes se convirtió en una pesadilla para los ocupantes de un barco turístico que se hundió en el mar Caribe, entre Cancún e Isla Mujeres. Cuatro personas perdieron la vida, entre ellas un niño de 10 años, y una niña de dos años sigue desaparecida. El barco, llamado “La Diosa del Mar”, sufrió una avería y no pudo resistir las malas condiciones climáticas. Los demás pasajeros fueron rescatados por pescadores y autoridades marítimas. El capitán del barco fue detenido para ser investigado.

En un hecho afortunado, otro barco que navegaba por la zona logró salvar a dos hombres que habían quedado a la deriva en un kayak, después de que su bote se hundiera. Los hombres, que llevaban horas en el agua, fueron subidos al crucero Carnival Jubilee, donde se les brindó asistencia médica y comida. El crucero se puso en contacto con la Armada de México para coordinar el traslado de los náufragos a la costa. El Carnival Jubilee siguió su viaje hacia Roatán, Honduras, sin más problemas.

Estos dos incidentes ponen de manifiesto los peligros y la solidaridad que se viven en el Caribe mexicano, un lugar de gran belleza y atractivo turístico, pero también de riesgos. Se espera que las autoridades esclarezcan las causas del hundimiento del barco turístico y que se implementen medidas de seguridad más estrictas para evitar más desgracias. El pueblo de Isla Mujeres está de luto por las víctimas.